Hijos de deportados son los más afectados
En los Estados Unidos, aunque se logre la reforma migratoria o no, siempre habrá un grupo que sufre: los hijos de aquellos que han sido deportados.
“Yo creo que casi todos los meses tenemos alguna familia que está enfrentando la deportación de alguno de sus familiares”, dijo el pastor Obed Jauregui, de la iglesia del Nazareno Betania.
El pastor Obed Jauregui, constantemente trabaja con familias en crisis, debido a que en su congregación hay muchos niños y familias que viven temiendo la deportación y sus consecuencias.
“Yo he visto niños literalmente enfermarse, o sea su sistema inmunológico deprimirse y tener enfermedades que nunca habían tenido antes. He visto niños caer en una depresión profunda… y cuando son adolescentes ya sabes que lo más fácil es escapar en el tema de las drogas, y hemos tenido casos", comentó Jauregui.
El temor más grande de Kevin se hizo realidad hace dos años, cuando oficiales de inmigración detuvieron a su padre por una simple infracción de tránsito. Su padre pasó varias semanas en un "Centro de detención", antes de ser deportado a El Salvador.
“Después de ser deportado ya no era igual. Siempre veía a mi mamá triste. Mi hermanito siempre se quedaba mirando por la ventana esperando a que él llegara, y luego nació mi hermanita y él no la pudo conocer”, relató Kevin. Chris Acevedo tan solo tenía 8 años de edad el día que dos oficiales tocaron la puerta de su hogar. “Mi mamá empezó a llorar. Mi papá empezó a acercarse mí y a ponerme detrás de él. Yo estaba muy pequeño para entender lo que estaba pasando”, dijo Chris Acevedo, quien su padre también fue deportado.
De hecho, Chris cree que los oficiales tenían la intención de llevarse a ambos padres, pero cuando lo vieron a él, decidieron llevarse solo a su padre. “A medida que vas creciendo te das cuenta que te falta una figura paterna que te diga ‘no hagas eso’, que aconseje…”, expresó Acevedo. Cesia y su hermano enfrentan lo inimaginable, ambos padres fueron deportados.
Hoy en día, Cesia está a punto de graduarse de la escuela secundaria, pero perdió a su madre cuando estaba en séptimo grado… y a su padre hace apenas unos meses. “Fue simplemente otro shock porque ya ellos se habían llevado a mi mamá, y yo no sabía que iba a suceder”, narró Cesia.
Cesia y su hermano ahora viven con una familia amiga de sus padres. Para estas tres familias, el dolor de la separación es profundo y difícil de explicar… Y la tarea de reunirlos pude ser aun mas desafiante.
El padre de Kevin originalmente tenía planes de reunir a su familia en El Salvador, pero decidió no hacerlo al ver como crecía la violencia de las pandillas en el país. El padre de Chris intentó regresar a Estados Unidos legalmente, pero tuvo problemas con sus documentos y su salud. Chris, quien esta pronto a graduarse de la escuela secundaria, espera que su padre regrese pronto.
“Una de las cosas más grandes que he soñado es que él pueda regresar y me vea graduar de la secundaria”, agregó Acevedo. Cesia es una estudiante ejemplar con altas calificaciones, y espera poder estudiar Medicina. Ella teme tener que regresar a Nicaragua, el país que ella dejó cuando tan solo tenía un año de edad.
“Me gustaría poder vivir como una persona normal, poder graduarme y poder asistir a la Universidad, y seguir adelante aunque todo esto haya sucedido”, aseveró Cesia. Un gran número de niños en esta ciudad están sufriendo por la deportación de uno o ambos padres, pero sin cifras oficiales es difícil saber cuántos han quedado atrás, y como están lidiando con esta situación.
La administración del presidente Obama ha deportado cerca de dos millones de inmigrantes indocumentados, incluyendo miles de padres de niños que son ciudadanos americanos. “Lo que más escucho es que la gente simplemente no cree que gobierno este deportando padres y separando familias.
Simplemente no creen que este sucediendo a tal alcance”, explicó Wendy Cervantes, abogada infantil. Wendy Cervantes, una defensora de los derechos de los niños de inmigrantes, dice que muchas personas no han oído de la deportación porque no es algo que les afecta.
“Es difícil de imaginar porque es algo tan horrible y va contra nuestros valores familiares americanos”, dijo Cervantes. Su más reciente trabajo, documenta niños sufriendo síntomas del síndrome de estrés post-traumático tras la deportación de uno de sus padres. Otros estudios muestran un deterioro en la salud física y la educación de estos niños.
“Creo que no se ha pensado en los niños en la reforma migratoria, aunque son ellos los que se ven más afectados”, alegó Cervantes. Opositores de la reforma argumentan que los niños de inmigrantes ilegales no deberían ser usados como escudos humanos para proteger a los padres de ser deportados.
Sin embargo, en la capital del país hay un mover bi-partidista en torno a la preocupación por los niños. La administración del presidente Obama ha dado un alto a estas deportaciones… y puede haber mas protección en el futuro.
El pastor Obed continúa orando por una reforma. Él reconoce que entrar al país ilegalmente no es bíblico. Pero tiene la esperanza que la compasión pueda guiar a una solución justa para que las familias puedan permanecer en el país.
“La gente te dice, ellos están dispuestos a pagar lo que sea. Si las multas fueran de 10-mil dólares ellos están dispuestos a pagarlas...”, indicó Jauregui.
Mientras tanto, Kevin sigue viviendo sin su padre. Él dice que los deportes y la llamada diaria que su mamá recibe de su padre lo ayudan a seguir adelante. "No es como que ellos se divorciaron, así que aun hay esperanza que todos podamos estar juntos de nuevo", agregó Acevedo.
Fuente: MundoCristiano.tv